jueves, 6 de febrero de 2014

Educación Ecuatoriana

Privatización y desconcierto en la Educación Ecuatoriana


Por: Marco Villarruel A.*

Son las 11h30 del jueves  23 de enero. Estamos en las puertas de entrada de la escuela fiscal  de Cochapamba, en Quito.  Debemos monitorear un proyecto educomunicativo de los estudiantes de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central. La atención para abrir las puertas y saber qué deseamos se demora. Esperamos pacientemente mientras las niñas corren presurosas a buscar a la persona encargada.

Pasan los minutos y en algún momento aparece una mujer, muy agitada. “Estoy encargada de las llaves de la puerta, puesto que soy la Directora”, dice, mientras presurosa nos lleva a las aulas. “Lo que pasa es que las nuevas disposiciones ministeriales establecen que los directores sean los encargados de abrir las puertas”.

Le pregunto si su tiempo da para tanto. “Claro que no, es una tarea adicional a la que debemos hacer, ya que las autoridades han dispuesto que no habrán conserjes dado que sus funciones las efectuaremos  nosotras, incluidas las de aseo de aulas, patios y baños”. 

Le escucho estupefacto, y sigue: “de hoy en adelante el cuidado del establecimiento estará a cargo de guardias privados. Se va a privatizar la vigilancia de la escuela. Y sólo lo harán en la noche. Para el día estaremos nosotras”.

“Aquí están sus alumnas,” me dice mientras se marcha, “debo rellenar estos 175 documentos hasta el final de la semana que viene”. Los reviso brevemente y constato una larguísima lista de preguntas y peticiones de estadísticas, datos, evaluaciones. “Además tenemos prohibido abandonar el establecimiento”, afirma, dejando completo este panorama estremecedor.

Entre labios me cuenta que ella, como muchas  maestras más, cuenta los días que le falta para jubilarse. El tono de queja no es por no querer el trabajo de maestra, al que adora, sino por la cantidad de acciones burocráticas que le han alejado de las alumnas. Y lo mismo pasa con los demás maestros y maestras que en el Ecuador han perdido el entusiasmo. Tanto más que sus remuneraciones se han atascado desde hace tres años, mientras el gobierno sube el sueldo cada año a los demás empleados públicos.

Regresamos a ver y nos damos cuenta que el gobierno privatiza todo lo que puede. El IESS ha privatizado en gran medida la atención de la salud a través de las clínicas y hospitales privados. Ha tercerizado también la construcción de edificaciones. El call center es privado.  La seguridad de los edificios así como las guardianías, todas son privadas.

En el mundo petrolero nacional hay multitud de empresas que reemplazan la  labor del Estado. En los municipios también. En algunas ciudades el manejo de la basura se halla en manos privadas. Y en la educación también porque a más de los nuevos policías privados que cuidarán las escuelas hay multitud de escuelas, colegios y universidades privadas que realizan las acciones que este gobierno no se alcanza.

Estamos aturdidos. ¿No es que Correa había rescatado al Estado?

Sí, pero al Estado neoliberal y autoritario, que debilita a las organizaciones sociales y persigue a los ciudadanos. Que esconde tras los conflictos semanales la implantación de medidas que aseguran el sistema social capitalista explotador , y acciones aberrantes como la privatización parcial de las escuelas o la verdadera razón de las reformas al Código Penal. Y muchas  cosas más.

*Periodista y docente universitario

Fuente: Quincenario Opción

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